Shalimar es un clásico que no pasa de moda, y lo elegí porque representa lo que yo valoro en un perfume: carácter, historia y una sensualidad que no necesita gritar. Me gusta porque tiene esa mezcla de elegancia antigua con un toque rebelde que lo hace diferente a todo lo que se vende hoy. Es un perfume para mujeres que no buscan seguir tendencias, sino crearlas, y creo que cualquiera que se identifique con eso debería tenerlo en su colección.
Comienza con un estallido cítrico de bergamota, limón, mandarina y cedro que despierta como una caricia fresca al amanecer. Luego se abre un corazón floral con jazmín, rosa y lirio, elegante y delicado, como un ramo recién cortado. En el fondo, la vainilla cremosa y la haba tonka se funden en la piel, dejando una estela cálida, adictiva y envolvente que dura horas.
Amaderado & Cálido = cedro seco, sándalo suave y cuero matizado por vetiver.
Porque su base es rica, envolvente y con ese toque cálido que abraza la piel.
Escenario potenciador:
Noches y eventos de fiesta = fragancias con carácter y duración.
Porque Shalimar no pasa desapercibido; deja huella y es perfecto para momentos en los que quieres que te recuerden.
Para mí, Shalimar es como un vestido de noche negro: clásico, elegante y siempre acertado, pero con un corte que deja entrever un lado más atrevido. Te hace sentir segura, femenina y con una presencia que no necesita presentación. No lo recomendaría a quien busque un aroma ligero o minimalista; esto es puro carácter y sensualidad.
Marca: Guerlain
Año de lanzamiento: 1925
Familia olfativa: Ámbar (Oriental)
Perfumista: Jacques Guerlain
Notas de salida: Cítricos, bergamota, limón, cedro, mandarina
Notas de corazón: Lirio, jazmín, rosa
Notas de fondo: Vainilla, haba tonka
Formato disponible: Eau de Parfum 90 ml
"Si un perfume puede contar una historia de amor eterna, es este."
